Las ideas “sostenibilidad, beneficio social y beneficio medioambiental” se van abriendo camino en diversos ámbitos especializados de la sociedad. Estas premisas llegan incluso a los bancos y cajas, traspasando fronteras que habrían resultado inimaginables hace unos años. En el ámbito de la banca, estos conceptos se asientan para algunas entidades como objetivos esenciales de su negocio.
Se conoce como banca ética al conjunto de entidades bancarias que se dedican a la economía real, es decir, a un tipo de actividad económica basada en la no especulación y situada fuera de los mercados secundarios. El objetivo del desarrollo de su actividad es el impacto social positivo. Por tanto, sus productos están siempre vinculados a iniciativas o actividades que implican un rendimiento social: desarrollo del comercio justo, colaboración con iniciativas de ONGs, fomento de la agricultura ecológica, bioconstrucción, etc.
La banca ética intenta potenciar algunas de las características que la definen. Entre ellas:
Los orígenes de la banca ética se sitúa en los Estados Unidos de América en el siglo XIX. Algunas comunidades religiosas tomaron conciencia de la importancia de no invertir su dinero en proyectos que fueran en contra de aquello por lo que luchaban, como la esclavitud, y decidieron controlar lo que se hacía con su dinero.
Más tarde, también en EEUU, de la oposición al apartheid y a la guerra de Vietnam surgió en los ciudadanos, ONGs, instituciones... la conciencia sobre el destino de sus ahorros. Así, en 1971 se fundaba el primer fondo ético de inversión, el Pax World Fund.
En Europa, en 1968 en Holanda nacía de la mano de las teorías económicas más alternativas -que abogan por un desarrollo sostenible y social- la Fundación Triodos. Posteriormente, nacería de ésta el actual Banco Triodos. Tanto uno como otro asumían una clara responsabilidad: ofrecer a sus clientes coherencia entre sus inversiones y los valores ético-morales de los mismos. En definitiva, al igual que sucedía en América, se tomaba conciencia del uso del dinero.
En España, la banca ética propiamente aparece con la apertura de la primera sucursal en 2004 de Triodos Bank en Barcelona.
Las principales ventajas de la banca ética son:
Los inconvenientes, sin embargo, son unos productos menos competitivos en el mercado. El hecho de no estar supeditados ni a la especulación ni a los mercados secundarios no permite a la banca ética hacer frente a características más atractivas materialmente del resto de entidades.
Los inconvenientes, sin embargo, son unos pr>En España encontramos tanto bancos éticos como cooperativas de crédito consideradas banca ética. A continuación destacamos algunos de ellos:
Se trata de un banco que nace en 1980 en los Países Bajos, después del éxito de la Fundación Triodos fundada en 1968. La misión principal de Triodos es financiar a empresas y proyectos que aporten un valor añadido en el campo social, medioambiental y cultural.
La fiabilidad de esta entidad recae en la posibilidad de consultar en todo momento sus datos financieros. Triodos se encarga de publicar informes periódicos sobre su situación económica en boga de la transparencia, una de las máximas de su actividad.
Fiare:
FIARE es el agente exclusivo del Banco Popolare Etica, S. Coop de Italia en España. Sus características básicas entre otras son la ausencia de lucro y la democracia cooperativa. Su misión principal es lograr unas relaciones económicas en qué las personas se pongan al servicio, y formen a la vez parte, de una ciudadanía activa y participativa.
Fiare consta en el registro oficial del Banco de Italia así como en el registro oficial del Banco de España desde el inicio de sus actividades en nuestro país. Se trata, por tanto de una entidad supervisada. Por otra parte, está adscrita al Fondo de Garantía de Depósitos Italiano dentro de la Unión Europea.
Coop57:
Se trata de una cooperativa de servicios destinados a ofrecer crédito a proyectos de economía social. Nació en 1987 en Cataluña y se expandió posteriormente a Andalucía, Aragón, Galicia y Madrid Galicia . Su misión principal es fomentar la ocupación, el cooperativismo, el asociacionismo, la sostenibilidad en base a unos principios éticos y a la solidaridad en general.
Esta entidad está regulada por sus propios Estatutos aprobados en 2004 y modificados en 2007. Su punto crítico es la limitación que supone su condición jurídica que hace que un 15% de sus recursos tengan que mantenerse en entidades bancarias convencionales.