A la hora de adquirir una vivienda, en la gran mayoría de casos se hace imprescindible pedir una hipoteca. Aunque normalmente el banco o caja con el que se opera de forma habitual es el que otorga más facilidades (ellos conocen los números del solicitante mejor que nadie), se deben valorar otras opciones.
Y es que cada cliente tiene unas necesidades propias. Así, no está de más estudiar las diferentes ofertas del mercado para elegir el producto que más se acerque a sus necesidades.
Una hipoteca es un préstamo destinado a financiar la compra de un bien inmueble. El titular responde del pago del mismo con una garantía hipotecaria (la vivienda que se haya adquirido) y su garantía personal, sus otros bienes (coche, otra casa, etc.).
Existen diferentes tipos de hipotecas, según las necesidades de cada usuario. Antes de decidirse por una es mejor estudiar todas las posibilidades que ofrecen los bancos. Para tal efecto, un comparador es una buena herramienta: Comparar hipotecas.